Imagen en Partes
En esta página se puede observar con detalle el cuadro Carlos José Moreu Arcos, sentado, leyendo.
El cuadro se halla dividido en partes de 40,5x43,3cm.
Haciéndo clic sobre la imagen siguiente, se abre una galería con las 12 fotografías en las que se ha dividido.
El cuadro se halla dividido en partes de 40,5x43,3cm.
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Carlos Moreu pintó este cuadro de su hijo mayor Carlos José en actitud reflexiva: leyendo un libro mientras que con la mano derecha sostiene una pipa. La habitación donde se desarrolla la tranquila escena tiene un ventanal al fondo y está sentado en un sillón. Un macetero repleto de plantas, hojas y flores, situado a la izquierda, completa la composición. Detrás de la butaca, una cortina abierta descubre el ventanal, a través del cual se adivina un jardín con árboles que, envuelto en una atmósfera luminosa, contribuye a ambientar el momento de tranquilidad e intimidad de la lectura. La iluminación de la escena proviene del lado izquierdo, supuestamente de otra ventana situada frente al sillón, cuyos reflejos pueden verse en el barniz del respaldo. El lado derecho del cuadro, en penubra, permite centrar la atención sobre la figura sent da. Los colores fríos del fondo contrastan con los cálidos blancos del traje que viste con elegancia. Este recurso cromático nos acerca la figura, que destaca así sobre el fondo. Aunque representa a su hijo Carlos José, no se trata de un retrato propiamente dicho. El rostro no está definido como en otros cuadros en los que el retratado mira al pintor y por lo tanto al espectador. Esto habría restado intimidad a la escena, así la figura parece que está ajena a lo que le rodea, inmerso en la lectura. Se supone que el pintor quiere transmitir la melancolía de tiempos pasados donde las prisas y la actividad no dejan tener un momento de lectura, de reflexión, deevasión al mundo de la literatura. En la época en que ue pintado el cuadro ya casi nadie fumaba en pipa, lo que corrobora la tesis de un tiempo pasado mejor, de esos «felices años veinte», recuerdos de su niñez. El mobiliario singular se reduce a dos piezas. La butaca, tapizada con diseños vegetales en tonos azules y sepias y el macetero. Ambos aparecen en varios retratos y otros cuadros representando el interior de la casa del propio pintor. Las texturas de la tela o de la madera barnizada del sillón, están resueltos de forma sencilla pero magistral. Pinceladas sueltas definen con pocos trazos los pliegues de la camisa o del traje representando los diferentes tipos de tela, su grosor, suavidad o rigidez. |
El macetero, de diseño art decó, perteneció a Rafaela, tía de la mujer del pintor, y figura también en varios cuadros. Se trata de un mueble de madera de forma prismática, con unos azulejos decorados en los laterales. Surgen de él ramas de hiedra, hojas de Anturium y flores siemprevivas en tonos lilas, también aparecen hojas de lauro y todo ello configura un verdadero bodegón, cuya misión es contrapesar en la composición para que ésta tenga un equilibrio que contribuya a la serenidad de la escena. Durante esta época el pintor está explorando la iluminación a contraluz, tan difícil de conseguir, y que los grandes maestros han utilizado para destacar las figuras sobre fondos luminosos, como ventanales abiertosa paisajes. Recurso que permite dar una enorme profundidad al espacio representado. Por otra parte, los volúmenes se aprecian aún más debido a la otra iluminación lateral, que proyecta sombras y que se van diluyendo hacia la derecha. Es una obra muy lograda, en la que el retrato, pintura de interiores, bodegón y de tema alegórico se funden para lograr un espacio pictórico en el que luz y psicología encuentran su propio lenguaje entre lo real e irreal. El lienzo no se encuentra en muy buen estado, pues a tela no es de lino, sino de algodón, lo que ha producido desgarros en ella. También podemos observar ciertas áreas donde la pintura se ha resquebrajado al estirar el lienzo sobre el bastidor, otras zonas cuarteadas debido a la mala calidad de aceites o de la pintura. También ha sufrido una rotura en la zona superior izquierda, en el ventanal, reparado por el mismo pintor. El cuadro ha sido expuesto en la Galería de Arte de la sede del Caja Rural de Granada, en la Exposición de Carlos Moreu Spa en el catálogo en RETRATOS AL ÓLEO con el número 12. Mi hijo Carlos José. En Madrid, en la Sala de Exposiciones Príncipe de Asturias del Centro Cultural de la Junta Municipal Ciudad Lineal con motivo de la exposición individual celebrada en noviembre de 2000, figurando en el catálogo en RETRATOS AL ÓLEO con el número 12. Mi hijo Carlos José. |